miércoles, 28 de marzo de 2012

Un recurso más en la televisión nacional para su promoción… las redes.

Soy amante del plano casi tridimensional que es la Internet, y aunque no me considero en lo mas mínimo experta en el tema, puedo decir que navego mucho y ‘moneo’ en los temas que me llaman la atención, y las TIC (Tecnología/información/comunicación) es uno de ellos. Dentro de todo esto se encuentran muchas cosas llamativas, nos cautivan, deprimen, asustan, enganchan etc… y en este mundo fascínate, intrigante y algo complejo, tenemos a las redes sociales, las que dominan gran parte de mi atención y la de muchos, es mas tu estás leyendo esto por que lo publiqué en mi red, ya sea Twitter, Facebook o Blogger y ahora te voy a contar mi punto de vista sobre algo que me convence más sobre el poder virtual, de lo mucho que nos importa el que dirán en el cibermundo y de cómo se lo dice.
Trabajo en medios de comunicación desde el 2002 y es ahora cuando veo la extrema ayuda y aceptación de las redes en los mismos, ya es una sinergia y a la vez un vicio, es tener identidad, nombre propio y apellido en la ciberciudadania y ser uno más en la matrix a la que tememos acceso desde nuestro celular o computadora, lo que nos cautiva ¿no?
Volviendo a los medios, me voy directo a la tv… pues estaba viendo Ecuavisa, y de repente sale la capsula de promoción sobre su nuevo programa ‘Ecuador tiene talento’, el que me gustó en su estreno, y veo que dicen que lideraron en las redes y sintonía. Lo que se puede constatar, si se revisan los ‘tuis’ de miles que usaban el Trending topic (tema del momento o tendencia) #Ecuadortienetalento’, ya que sí fue una locura mediática ‘tuitera’, y eso favoreció al estrenado programa y por ende al canal.
A lo que me refiero es al impacto que me generó dicha promo, me tocó la fibras virtuales adquiridas en los últimos años y me hizo dar cuenta de cómo estamos ya inmersos en dicha dimensión. No pueden decir que somos unos atrasados en tecnología, ¡ya no!, si fuera así entonces ¿como es posible que un canal clásico, de señal abierta tenga tal referencia?. No hay duda que al público también se lo capta en las redes, el que llega también con los animadores y famosos que son parte de dicho medios de comunicación y que arrastran miles y miles de seguidores. Eso lo sabemos, y ellos mismos se encargan de promoverse diciendo en pantalla su identidad con el “@” y con esto el Twitter se encarga de la otra parte, hacer que llegue el seguidor, al común mortal y feliz televidente que cree tener mayor acceso al personaje en cuestión por saber más de lo que no sabia por parte de la tv o los otros medios convencionales de comunicación.
Hay canales que se encargan de promover a su personal, y de manera genial, tal es el caso de Tc Televisión, en este caso me agrada mucho su labor, tiene un departamento, y creo que es una sola persona, que se encarga de contar lo que pasa con sus programas y personajes a todo medio y tienen la tarea de enviar siempre detalles como información con fotos y por que no un recordatorio de que hoy se presenta en tal o cual y en ‘x’ horario, eso es bueno y ahora más aún con el hecho de tener a mano las redes que lo hacen gratis y al instante, mas rápido que el e-mail y que mejor, de forma masiva.
Retomando Ecuavisa, ellos ahora dieron un paso más allá del alcance virtual, lo toman de la mano y sacan provecho. Con esto el impacto del público es mayor, y que mejor que hacerlo con un programa nuevo, el que busca mas sintonía, y en este caso una segunda temporada asegurada y quien sabe, si más.
El publico no miente, este pide y despide lo que quiere, y el solo hecho de decir: me gustó o no me gustó, hacer un ‘retuit’ o ‘compartir’ o un mínimo comentario se manifiesta como algo positivo para el medio. Estoy segura que de ahora en adelante el decir “lideramos en tal o esta red” será siempre tendencia repetitiva en todos los medios, por que ahora, si no están en estas pues deben pensarlo ya, es fácil, ágil, trae público al instante y seguidores buenos y malos. Una vez dentro hay que generar contenido fresco, llamativo y acorde siempre al medio, con su identidad bien marcada para que lo vean no solo en la tv. Esto es una tarea constante.
Aseguro que el rating y su medición por medio de la caja ubicada en hogares, quedará de lado y la ciberconexión será quien nos diga que ven y que no ven.

martes, 20 de marzo de 2012

Analisis-ensayo sobre 'Consumidores y ciudadanos' de Néstor García Canclini

La realidad actual de esta sociedad ha llegado a ser la que es hoy por que ha seguido el eterno patrón de consumir  y, se dice esto no solo de los artículos que nos llamen la atención, sino de lo que hoy nos influye a todos, al punto tal que prácticamente somos unos simples seguidores de tendencias.

El autor del  texto Consumidores y ciudadanos del que hacemos referencia, Néstor García Canclini, se enfoca en cómo las sociedades cambiaron de a poco y luego de golpe, gracias a los medios de comunicación y lo que estos ofrecen en la actualidad. Tal ha sido la influencia y a tan buen ritmo que las sociedades han tenido que mutar para ser parte de los cambios ya globales que vemos a través de los medios, los que cada día buscamos más y más para llevar la corriente de lo que queremos tener a mano y vivir al ritmo de la tendencia, aunque sea en una realidad a veces lejana por no tener los medios económicos, y tal vez por no tenerla aún cerca para adquirirla. A todo esto se puede decir que vamos y seguimos el mismo camino; pero… ¿será acaso para un camino venidero? ¿Será que todo va para mejor o para peor?

En las sociedades los habitantes, excesivos consumidores, son los que mandan y exigen siempre. Los cambios son solicitados a medida que corren las predilecciones que se consideran pasadas y que en realidad han tenido poco tiempo de vida activa, la exigencia se agrava y la oferta y la demanda tiene cada día más retos para satisfacer los deseos.

Esto se da entonces en la comunidad como tal, en las naciones, en las ciudades y por ende en grupos grandes y generales donde hay sociedades comunes.

Nestor Garcia Canclini estando en México analizó la situación con ojo crítico y meticuloso de Latinoamérica y, hace surgir nuevos conceptos que dan giro al ya conocido de intereses de los grandes grupos y de las naciones, partiendo desde lo más sencillo a lo complejo, desde lo más arraigado en el ciudadano a lo más ligero dentro de su concepto de propiedad con lo territorial.

Según su definición en la economía, un consumidor es la persona u organización que demanda bienes o servicios proporcionados por el productor o el proveedor de bienes o servicios. Es decir, es un agente económico con una serie de necesidades y deseos que cuenta con una renta disponible, con la que puede satisfacer esas necesidades y deseos a través de los mecanismos de mercado. También se define como aquél que consume o compra productos para el consumo. Es por tanto el actor final de diversas transacciones productivas y en el ámbito de los negocios o la administración cuando se habla de consumidor se dice de la persona u organización a la que el marketing dirige sus acciones para orientar e incitar a la compra, estudiando el proceso de toma en las decisiones del comprador.

Canclini seguro de dejó llevar por dichos conceptos para generar su estudio; pero de igual forma no se puede obviar otros significados que no son exclusivamente sobre el consumo de productos como la demanda. En definitiva el consumo, ha cambiado a lo largo de la historia, tanto es así, que podemos afirmar que fue a partir de la crisis de los 70 cuando se produjeron una serie de cambios que repercutieron de forma notable en la acción de consumir.

Como todos sabemos, toda época de crisis es de cambios, cambios fundamentalmente sociales que afectan a la sociedad en su conjunto, a su forma de pensar, de enfrentarse al mundo, de organizarse en el trabajo y de ver el futuro.

Nestor García Clanclini, escritor argentino.  



domingo, 4 de marzo de 2012

OPINION 'La peste atómica' del periodista Wilfred Burchett

Leyendo de todo un poco se puede llegar a tener una idea más clara de las formas, muy distintas de pensar, de los que hacen periodismo, intentan hacerlo, o de aquellos que haciéndolo sin educación académica lo logran muy bien. Definitivamente hacerlo dentro y como una carrera es lo que confirma la vocación y derecho a desarrollarse y más, si se tiene en la sangre el olfato, el don de escribir y las ganas de comunicar. Esto lo hace mucho más fácil para aquellos que escriben a diario alguna noticia o crónica para un público específico.
Leer a otro periodista, tener en las manos el trabajo de otros, sentir la pasión del colega por el mismo fin es increíble, se tiene la facilidad de aprender, comparar, calificar y estudiar los estilos de los que hacen del periodismo su vida. Los ritmos de escritura son diversos, complicados a veces, indescifrables, superiores e inferiores, pero siempre nos dejan, sin duda, un aprendizaje para aplicarlo, a lo bien, en nuestros escritos, que buscarán asemejarse, o ser mejores, para llegar más y mejor a nuestro campo de interés profesional y personal, en este plan, a los lectores.
En el caso de las crónicas, considero, son la mejor participación de cada quien, hablando en términos de capacidad para escribir, es lograr por medio de una historia real, transportarnos al hecho tal y como fue, revivirlo en cada palabra y hacer que eso ocurrido no se olvide nunca, es un documento de archivo, valioso y eterno.
Hemos leído muchas crónicas, hecho algunas, tenemos conceptos de cómo hacerlas o escribimos a veces sin saber que estamos creándola o algo parecido con datos reales. Que mejor entonces que tener a la mano varias para leer, no basta el diario con las noticias, la crónica es más completa, es profunda en investigación, extensa en información y clara en su explicación cronológica. Durante este tiempo hemos contado con la oportunidad de leer varias, y muy buenas, que nos dejan como siempre mucho de donde tomar.
En este aspecto puntual he leído dos que me llamaron la atención y dejaron mucho que analizar y por supuesto revisar así el punto de vista de los autores, capaces periodistas que dieron bastante por escribir, exponiéndose y haciendo lo posible para contar una buena historia, necesaria para dar luz a lo que se ocultaba en dicho instante. La verdad siempre da la cara, eso es innegable, no se puede esconder bajo una piedra lo que pesa tanto como ella.
Este es un caso: “La ´peste atómica”, crónica de Wilfred Burchett, no niego que me impresionó de sobremanera y dejó con una sensación de temor, angustia, pena y un sabor a injusticia de la humanidad. Recorrer con él los terrenos de Hiroshima, casi respirar los olores que percibió, me dio sensaciones diversas, creo que fue la más clara descripción de cómo se llevo ‘con éxito’ un terrible mal al mundo, con gente indefensa y sin la menor idea de cómo superar el hecho, algo que ninguno podría hacer hasta el día de hoy, ¿Cómo salir adelante luego de una bomba atómica, como actuar?
Wilfred Burchett es un cronista de caminos, mi punto de vista es ese, es de aquellos descriptivos a la perfección que narran como se van dando las cosas poco a poco durante en tránsito de su travesía. Para muchos valiente y osado, lleno de olfato y capacidad para logar continuar entre el desastre con fuerza y actitud, además de la aptitud para elaborar tal escrito y tal resonancia a nivel mundial.
Lograr ser un periodista de guerra es difícil, bajo las circunstancias dolorosas, exponiéndose y arriesgando el cuello y su trabajo. Es ahí cuando lo profesional se torna personal y justo para contar lo que pasa ante el mundo pesa más en la balanza, comparando que en aquellos años las comunicaciones no eran tan activas como ahora, pero si buenas y varases, tal como lo demostraron él y su diario. Si era de esperar, en un inicio, se quiera ocultar parte de lo narrado por él, pero luego su completa información se rebeló y el mundo supo lo trágico del caso ‘bomba nuclear, un juguete asesino en manos equivocadas y crueles.
Me dejó intrigada su capacidad de redacción, su estilo es claro, amplio en detalles. Rítmico en lectura y ameno, de ágil pensamiento, elocuente para contar y realista para describir las cosas, en la descripción esta la formula, en la redacción está el estilo y este buen periodista lo consigue, o al menos lo logró.
Su llegada a Hiroshima, la forma en que afrontó las miradas, las desconfianzas y los insultos hacen de él uno de los más fuertes, quien seguro logró asimilar, como los verdaderos profesionales y un gran sentido de supervivencia, lo que ocurría a su alrededor, pero los que se daban cuenta de su interés en informar el hecho sabían que debía llegar a su destino, conocían que lo dramático del hecho merecía otros ojos y pluma para darse a conocer.
La llegada al hospital fue sin duda lo más estremecedor y penoso, sentir su dolor en las letras es llegar a conectarse con el tiempo, con aquel día, y saber como pedían ayuda, era una ventana más a la desesperanza que pudo haber sentido el mismo periodista, ¿qué podía el hacer ahí mas que redactar el caso?, pero lo hizo de forma sentida, algo sufrida y sin dejar lo “duro” de la noticia como tal, es así como se tiene en clara la misión de escribir lo que se ve, lo que se vive y lo que debe informarse a los demás. Él lo dice con sus letras y con alma: “Escribo esto como un llamado de atención al mundo”.
Sin dejar y hacer a un lado o de menos algunas de las noticias llegaban de parte de otros colegas, pero maquilladas, acortadas y despojadas de su realidad como tal y así cruzaban al otro lado del mundo. Es usual, hasta ahora, ver como se logran manipular las informaciones que podrían revelar mas allá de lo que piensan y/o están involucrados los grandes intereses y en graves casos mundiales. Quien podría decir, que tal bomba sería tan fuerte y que repercutiría hasta el día de hoy, la historia no se puede borrar y quien la conoce, se dice, no cometería errores, pero hemos visto que de los errores van y vienen con el paso de los años, esperemos que lo injusto no se dé otra vez de aquí a mañana, esperemos….
Su caso es también peculiar, fue un reportero audaz que no dudó en tomar el primer auto para llegar a Hiroshima, y es de muy pocos tomar el riesgo. Es difícil enfrentar tal evento, aunque seguro no sabía a lo que se podría enfrentar, casi siempre se va con la incertidumbre de no conocer lo que se tendrá frente a uno, y está la capacidad para vivir lo impensable.